La primera patente aeronáutica vuelve a ver la luz
Hace 36 años, mientras la primera patente de la aviación, hecha por los hermanos Wright volvía de una exposición temporal en el Instituto Smithsonian a su ubicación habitual en los Archivos Nacionales, el destino quiso que se traspapelara, y acabase en una caja equivocada.
Esta patente refleja el artefacto con el que el ser humano lograba volar con algo más pesado que el aire y autopropulsado por un pequeño motor. Era capaz de despegar, volar y aterrizar. Y hacerlo siguiendo las órdenes del piloto, figura a la que ellos acababan de poner alas. Sucedió un 17 de diciembre de 1903 en Kitty Hawk, un pequeño pueblo de Carolina del Norte. Casi a escondidas, rodeados de sus amigos más íntimos, los Wright cambiaron el mundo.
Todo este tiempo ha estado entre 269 millones de documentos de los Archivos Nacionales. Una aguja en un pajar; pero el pasado 22 de Marzo esta patente volvió a ver la luz, y pronto será ubicada en el lugar donde debería haber estado los últimos 36 años.
Su búsqueda y localización no habría sido posible sin el «Programa de recuperación» de los Archivos Nacionales. Un programa que lleva en marcha desde 2006 y que ha localizado, entre otros, indultos presidenciales del siglo XIX, o una carta del general confederado George E. Pickett.
Desde la SAE nos alegramos enormemente de que una pieza fundamental en la historia de la aviación, no solo estadounidense, sino mundial, haya sido recuperada.
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