THE HUNTERS

Nueva publicación de una de las mejores novelas de aviación y la mejor sobre los combates entre pilotos americanos y soviéticos en los cielos de Corea.

Recientemente se ha publicado una nueva traducción de una de las mejores novelas de aviación y sin duda, la mejor sobre los combates aéreos entre pilotos americanos y rusos en la Guerra de Corea. Fue escrita en 1956 por un antiguo piloto de combate de la USAF, James Salter, piloto de F 86 Sabre, que combatió en aquel conflicto enfrentándose a los temibles MIG 15, pertenecientes a unidades en activo de la Fuerza aérea soviética.

La novela titulada en inglés, “The Hunters”, recupera en su última versión en español de la editorial Salamandra, su título original, “Los cazadores”, y retraza con enorme fuerza narrativa sus experiencias de combate contra los MIG soviéticos disfrazados con las marcas de nacionalidad de la fuerza aérea de la República Popular de Corea del Norte.

Los dos adversarios: el MIG 15 en primer plano y el F86

Durante mucho tiempo la participación de la aviación soviética en el conflicto coreano fue un secreto celosamente preservado por las autoridades Soviéticas, si bien era ampliamente sospechada entre las fuerzas aéreas de los aliados en aquel conflicto. Resultaba muy difícil aceptar que pilotos coreanos o chinos tuviesen el nivel, experiencia y conocimientos tácticos, que demostraban en gran número los pilotos de muchos MIG 15, dada la novedad que suponía este avión a reacción con alas en fecha y la falta material de tiempo para que pilotos de otras fuerzas aéreas del bloque soviético hubiesen dominado la nueva montura.

El MIG 15, era un diseño de los ingenieros Mikoyan y Gurevich, partiendo de los avances alemanes en el dominio del ala en flecha para el vuelo a muy altas velocidades y de un potente motor a reacción copia del Rolls Royce, Nene, vendido en cierta cantidad por los británicos a los soviéticos ante la extrema necesidad de divisas de la posguerra que sufría el Reino Unido.

El soberbio diseño del Buro MIG ofrecía, velocidad, agilidad, y una terrible potencia de fuego constituida por sus cañones de 23 y 37 mm, que llevó una vida muy dura a las tripulaciones de los bombarderos B 29 Superfortaleza, y sus aeronaves de escolta, esencialmente constituida durante los primeros meses por los reactores F-84 Thunderstreak americano y el Vampire británico, incapaces de detener el asalto de los MIG 15.

B 29 Superfortress

La apertura de los archivos soviéticos ha permitido confirmar no solo la presencia de unidades completas de la fuerza aérea soviética en la Guerra de Corea, sino el papel estratégico esencial que jugaron para detener el esfuerzo americano con sus bombarderos estratégicos B29 dirigido a incapacitar la capacidad logística del Ejercito de Voluntarios chinos combatiendo a lado de los norcoreanos, destruyendo las vías de comunicación y los puentes en la frontera chino-coreana que delimita el rio Yalu.

De esta forma se ha podido saber que varios pilotos soviéticos, veteranos como mucho de sus adversarios americanos de los combates contra la Luftwaffe alemana, ampliaron sus registros de aeronaves derribadas pero esta vez a costa de la aviación americana y de los países aliados que combatieron a su lado.

Pareja de MIG´s 15 y su víctima, un F 86

Los MIG 15 contra los B 29            

 La revista francesa “Avions “ha publicado un trabajo de Leonid Krylov y Yury Tepsurkaev, sobre la participación de las alas soviéticas en la guerra coreana partiendo de los archivos y documentos del 64 IAK, Cuerpo aéreo de caza, cuyos pilotos realizaron durante este conflicto 64.300 salidas operacionales, entre el 1º de noviembre de 1950 y el 27 de julio del 1953.

Con los datos disponibles ya de fuentes americanas y rusas se puede contrastar las cifras de derribos registrados por los pilotos de cada parte. Así y contra los 69 B29 derribados que reclamaron los pilotos rusos del 64 IAK, se puede evaluar en alrededor de 40 B29 las aeronaves perdidas todas las causas incluidas reconocidas por el Bomber Command de la USAF.

El teniente coronel de la Guardia A.P. Smorchkov perteneciente a la 303ª división de caza fue el piloto más exitoso en la lucha contra los bombarderos americanos al anotarse 3 derribos, si bien el comandante Oskine se adjudicó 2 B 29 en el mismo día. En la caza nocturna, al comandante Kareline se le atribuyen 6 bombarderos.

El avance tecnológico hasta Corea en solo 6 años tras la finalización del Conflicto mundial fue extraordinario y confirmó la obsolescencia de la primera generación de cazas a reacción de ala recta ante los más avanzados MIG, los cuales expulsaron a los F 80 y F 84 y a los reactores británicos de la zona de acción, el corredor del Yalu.

Durante los combates en Corea por primera vez en la historia de los conflictos aéreos, las fuerzas aéreas enfrentadas utilizaron masivamente aeronaves a reacción por lo que se puede afirmar que fue la primera guerra de la nueva generación. Sus consecuencias estratégicas fueron trascendentales tanto en el diseño de aeronaves estratégicas como los bombarderos, así como los cazas.

Pero esta es otra historia.