La SAE opina: ¿Es efectivo sustituir los vuelos de corto radio por alternativas de transporte como el tren?
La SAE, junto con otras organizaciones y profesionales de la industria, se muestra reticente ante las declaraciones e intenciones gubernamentales ya que, según estudios contrastados , en España la aviación domestica en España es responsable solo del 1,2% de las emisiones totales de país, y a nivel europeo, los vuelos de menos de 500 km suponen únicamente un 3,8% de las emisiones de CO2, mientras que las emisiones de CO2 asociadas a la construcción de vías de alta velocidad suponen un factor fundamental a la hora de evaluar la eficiencia medioambiental de este medio de transporte, pues a niveles de tráfico actual, la conexión Madrid-Barcelona necesitará 40 años para amortizar dichas emisiones y, todo esto, sin tener en cuenta otros efectos negativos derivados de este medio de transporte.
Días atrás, la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, declaró la intención del Gobierno de reducir emisiones contaminantes promoviendo la utilización de transportes alternativos al avión para vuelos cortos, lo que sería un atentado contra el sector aeronáutico y contra el turismo en España, y por lo tanto un ataque claro y directo a nuestra economía y también una destrucción de empleo.
Asimismo, se busca establecer una serie de objetivos anuales mínimos de suministro y consumo de combustibles sostenibles, además de incluir una fiscalidad mínima a los combustibles de aviación. Todas estas medidas llegan en uno de los momentos más críticos para el sector.
Actualmente hay en marcha distintas iniciativas políticas en Europa donde se han planteado posibles prohibiciones de vuelos comerciales de corto radio siempre y cuando haya una alternativa viable. Ejemplos como el de Austria o Francia, quién ha prohibido los vuelos con alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media, siendo estos sustituidos por transporte ferroviario, que en este país está impulsado por energía nuclear. El caso en España, como ya sabemos, se ha centrado en el puente aéreo Madrid-Barcelona, donde se han propuesto ideas similares a las francesas. La prohibición de vuelos de corto radio de menos de 3 horas de duración, como Madrid-Barcelona o Bilbao-Sevilla, entre otros, supondría que cualquier persona que pretenda realizar algún trayecto de corto radio, ya sea por ocio o por trabajo, va a necesitar invertir mucho más tiempo y, probablemente, más dinero, mientras que, como bien se explica anteriormente, no se reduce el número de emisiones.