El primer hombre que cruzó volando el Canal de la Mancha

Para todos aquellos que anden un poco despistados en geografía, el canal de la mancha separa el noroeste de Francia de la isla de Gran Bretaña.

En la actualidad se puede cruzar por el Eurotúnel pero hace 110 años esa posibilidad no existía, pero un francés Louis Blériot se convirtió en la primera persona en cruzar un cuerpo de agua en una máquina más pesado que el aire el 25 de julio de 1909, que si que ya antes lo habían cruzado en globo aerostático, pero dentro de las clasificaciones de los artefactos voladores, llamémoslos así, el globo no está considerado que pesa más que el aire, es un aerostato.

Bueno, al lío que nos despistamos de la noticia, Louis se graduó en artes y negocios en el École Centrale de París y se centró en la fabricación de automóviles, todavía no tenía muy en mente los aviones o sí quien sabe y lo guardaba en secreto. No fue hasta 1900 cuando empezó con el diseño de aeronaves y hasta formó una sociedad con Gabriel Voisin, fundando la compañía Blériot – Voisin que solamente duró 3 años (1903-1906), pero ¿quién era Gabriel Voisin?, pues la primera persona que realizó un vuelo en un circuito cerrado, además era constructor de aviones y durante la primera Guerra Mundial se convirtió en un importante productor de aviones militares, sobre todo del Voisin III.

El Daily Mail de Inglaterra había ofrecido en aquel año la cantidad de 1000 libras a quien cruzara por primera vez el estrecho que separa Inglaterra de Francia. Esto le motivó a diseñar su famoso monoplano el Blériot XI, con el que pudo previamente realizar un viaje de 36 min y 55 s campo a través y por ello se sintió seguro de hacerlo.

No estaba solo en este reto, Charles de Lambert, pupilo de Wilbur Wright (para los que no lo sepan uno de los famosos hermanos Wright) con un avión construido por él mismo, también estaba Hubert Latham, al que todos daban como favorito pero que ya había fracasado ya en dos ocasiones con un Antoinette IV, y se preparaba para la tercera

Blériot necesitaba sanear sus finanzas, afectadas por años de dedicación al diseño y construcción de su avión, por lo que se animó, por no darle la oportunidad a Latham de que se cumpliera lo de a la tercera va la vencida.

El Blériot XI, avión con el que cruzó el Canal de la Mancha fue creado en 1908, era un monoplano, construido en madera de fresno, cañas de bambú y tubos de acero.

Cuando Blériot tuvo terminado su avión Blériot XI, se puso en contacto con Alessandri Anzani para que en su fábrica le hiciera un motor que resistiera sin contratiempos los 45 minutos de vuelo que serían necesarios para cruzar el Canal.  El motor era de tres cilindros en lugar de los dos habituales de entonces, y desarrollaba una potencia de 25 cv, con problemas de sobrecalentamiento.

El día que decidió hacer el vuelo no era el más indicado en cuanto a la meteorología pero aún así, a las 4:41 de la mañana del 25 de julio de 1909, Blériot despegó desde un campo cercano a Calais y, después de un vuelo en el que mantuvo una altura media de 100 metros, y  a una velocidad de 64 km/h, el motor se sobrecalentó, pero gracias a esa mala meteorología, la lluvia, ayudó a que disminuyera la temperatura aterrizando en los acantilados de Dover Castle a las 5:17. Además de cobrar el premio de 1.000 libras, se hizo famoso a ambos lados del Canal, y pronto recibió multitud de pedidos de ejemplares del Blériot XI.

La importancia de esta aventura no fue tanto la velocidad ni la distancia sino el hecho de que por primera vez se cruzaba un estrecho marino entre dos territorios.