¿Qué es realmente un vuelo suborbital?

Se puede considerar un vuelo suborbital a un vuelo espacial concebido para abandonar la atmósfera terrestre, pero sin dar una vuelta completa a la Tierra. Habitualmente se considera que para cumplir esta condición tiene que alcanzar al menos una altura de 100 km (línea de Kármán).

Vuelo suborbital

Además, ¿sabías que todo pasajero que realice un vuelo suborbital es considerado astronauta por la FAA al sobrepasar la línea de Kármán?

Esto es debido a que esta línea se trazó a esa altura por un motivo. Y es que, es el punto aproximado en el que una nave necesita cierta velocidad, similar a la de un satélite para mantenerse en órbita, y seguir volando. A esa altura, las alas no servirían de nada.

En 1961, Alan Shepard y Virgil “Gus” Grissom se convirtieron en los dos primeros seres humanos en estar en un vehículo que tuvo una trayectoria de vuelo suborbital.

Actualmente hay una gran competencia por realizar estos vuelos de modo comercial. El estadounidense Jeff Bezos, el sudafricano Elon Musk y el británico Richard Branson compiten por ser pioneros de los vuelos espaciales turísticos privados que permitan a una gran cantidad de personas convertirse en astronauta con el apoyo de la NASA.

Para demostrar la confianza en su proyecto deciden realizar ellos mismos el viaje suborbital a través de las naves desarrolladas.

Es por esto por lo que el pasado 11 de julio del 2021, el multimillonario británico Richard Branson realizó el vuelo tan deseado, adelantándose a Elon Musk y Jeff Bezos.

Richard Branson y la VSS Unity

La VSS Unity, donde viajaba Branson junto a otros 5 miembros de la tripulación, despegó anclada a la nave nodriza VMS Eve (diseñada por la propia compañía) a las 16:45 de la tarde. Alineados con la pista del Spaceport America, localizado en mitad del desierto de Nuevo México, los pilotos del VMS Eve empujaron la palanca de gases de los cuatro motores y ascendieron hasta una altitud de 14.000 metros, momento en el que la VSS Unity se desacopló.

A las 17:26h, el VSS Unity encendió su único motor (de cohete) a bordo y comenzó el verdadero lanzamiento a una velocidad por encima de Mach 3 (3.700 kilómetros por hora o 3 veces la velocidad del sonido) hasta llegar a un apogeo situado en los 86.200 metros. Desde allí, la tripulación pudo observar la inmensidad oscura del espacio y la superficie de la Tierra.

VSS Unity

Tan solo unos minutos después, tras haber experimentado cierta ingravidez, la VSS Unity emprendió el viaje de vuelta. Un descenso pronunciado (mucho más que el de los aviones convencionales) y sostenido que concluyó con el aterrizaje a las 17:40.

Aterrizaje de la VSS Unity

Se espera completar una tanda de vuelos de prueba durante los próximos meses y comenzar a operar comercialmente en 2022.

Según los últimos datos reportados, alrededor de 600 personas habrían comprado un billete para realizar uno de estos vuelos suborbitales a un precio de 250.000 euros cada uno. La venta se encuentra cerrada por el momento y se espera que se abra en los próximos meses.

Sin embargo, como se ha mencionado con anterioridad, el vuelo alcanzó un máximo de 86.200 metros, sin llegar a alcanzar los 100 kilómetros de la línea de Kármár, apunte que quiso recalcar Jeff Bezos que, según las condiciones contempladas con la FAA, no se puede considerar un vuelo suborbital al no sobrepasarla.

La carrera por el mercado suborbital continúa y julio nos dará muchos más eventos de este tipo por parte de los tres multimillonarios.