El pez volador: la naturaleza que supera a la ciencia

Hoy queríamos hablarles sobre un curioso ser, el cual podría ser obra del más ilustrado de los ingenieros aeronáuticos: el pez volador o exocotidae. Son muchos los que conocen de su existencia pero pocos los que saben de lo sofisticado de su vuelo, que podría superar en capacidad y calidad de planeo a muchas aves.

Complexión en forma de torpedo

Su constitución en forma de torpedo constituye una aerodinámica ideal para alcanzar grandes velocidades. De no más de 30 centímetros y ojos planos, tienen la forma ideal para permitir un flujo laminar del aire y del agua en su superficie corporal.

Alas dobles o cuádruples

Se pueden distinguir dos clases principales en base al desarrollo de sus aletas o “alas”: especies de “dos alas”, que disponen de aletas pectorales muy desarrolladas y, especies de “cuatro alas”, que tienen tanto las aletas pectorales como las pélvicas muy fuertes y amplias. A ello hay que añadirle su cola, cuya función es la misma de un timón de dirección (movimiento de guiñada).

Estás configuraciones nos recuerdan a la variedad de configuraciones que tienen nuestras aeronaves, con la configuración típica: alas, timones, alerones…, que permiten al pez volador un planeo optimizado con la adecuada sustentación.

¿Realmente vuelan?

Es un error generalizado pensar que el pez volador «vuela». En realidad, su movimiento es el de planeo.

El pez volador realmente planea.

Dicho movimiento comienza en el agua, dónde deben alcanzar una gran velocidad, de hasta unos 60 kilómetros por hora

Entonces comenzará su maniobra de despegue, al dirigirse a la superficie y
desplegar sus aletas pectorales, manteniendo un movimiento de aleteo con su cola buscando el impulso. Actitud de vuelo que nos recuerda al encendido de motores a plena potencia y despliegue de dispositivos hipersustentadores en el despegue de un avión, con la ventaja que este animal tiene sobre la aeronave de disponer de superficies sustentadoras flexibles y plegables.

Con esta maniobra, estos peces alcanzarán una altura de varios metros y planear en el aire un tramo de hasta 200 metros. Agitarán su aleta caudal más de cincuenta veces en un segundo para mantener esta trayectoria.

Esperamos que les haya resultado de interés.

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