Curiosidades aeronáuticas: Turbulencias

¿Qué es técnicamente una turbulencia?

El viento es el movimiento laminar en mayor o menor medida de las partículas del aire y la turbulencia se produce cuando este movimiento es desordenado y aparecen perturbaciones en forma de molinos.

Las turbulencias son producidas como consecuencia de diferentes situaciones meteorológicas: las más comunes nubes de desarrollo vertical y en las cercanías de los cumulonimbos -con fuertes corrientes ascendentes y descendentes-; o la turbulencia en aire claro por el jet stream.

También podemos oír hablar alguna vez de la “cizalladura” que es uno de los fenómenos meteorológicos que en mayor medida pueden afectar al vuelo de un avión: una variación brusca o muy brusca de la intensidad y dirección del viento, dentro de dos zonas muy próximas a una masa de aire.

Pero, ¿Cuáles son las principales causas por las que se produce  una turbulencia?

  • Termales: se producen debido a corrientes ascendente de aire caliente que a su vez hacen que desciendan masas de aire frío.
  • Flujos y corrientes de aire: Cambios bruscos en las corrientes aéreas en altitudes altas afectan el aire cercano.
  • Ondas de Montañas: Cuando una masa de aire es obligada a ascender al toparse con una montaña, durante el ascenso se producen ondas que generan las turbulencias.
  • Turbulencia wake: Es decir, turbulencia causada por estar cerca de otro avión o helicóptero cerca del suelo que provoca pequeñas y caóticas corrientes de aire.
  • Microbursts: una tormenta u otro avión genera una corriente atípica cerca del suelo.
  • Turbulencia de aire claro: se producen a gran altitud, y generalmente sin presencia de nubes. Suelen encontrarse en la frontera de dos masas de aire que se desplazan a velocidades notablemente distintas.

También se pueden clasificar las turbulencias según como se perciben dentro del avión.

  • Turbulencias ligeras, el avión notará ciertos movimientos ligeros, pero no variará su altitud, el pasaje notará una ligera tensión contra los cinturones y el respaldo del asiento. Los objetos se podrán desplazar ligeramente, pero la tripulación de cabina seguirá trabajando con normalidad sin darle la menor importancia.
  • Turbulencias moderadas, el avión notará un cambio de actitud y de altitud pero casi inapreciable. Podría llegar a variar levemente la velocidad. La tensión del cinturón sería más fuerte, los objetos se desplazarían con más brusquedad y veríamos que a la tripulación ya le costaría andar por los pasillos del avión.
  • Turbulencias severas, son grandes en intensidad, con cambios bruscos y repentinos en altitud y funcionamiento del avión. Grandes variaciones en la velocidad de vuelo indicada.
  • Turbulencias extremas. El avión responde con dificultades a los mandos, es imposible moverse en el avión.

Durante un vuelo las turbulencias que se experimentan con mayor frecuencia son las ligeras y moderadas pues son las zonas en las que está permitido volar, por lo que sufrir turbulencias severas o extremas es más improbable.

Pero en el caso de experimentar una turbulencia de los últimos tipos, no hay que preocuparse, los aviones están diseñados para aguantarlas.

Por último dejamos unos consejos para intentar llevar mejor las turbulencias:

  • Evite reservar asientos situados en la parte trasera del avión, es el lugar donde más se notan.
  • Lleve el cinturón abrochado siempre que esté sentado.
  • Durante las turbulencias, ajuste el cinturón.
  • Manténgase hidratado.
  • Trate de relajarse.

¡Esperamos que ahora que saben un poquito más lo que le ocurre a un avión, dejen sus miedo a un lado y a volar!